Uno de los más habituales síntomas de que el ciclo expansivo está a punto de agotarse es que en los principales medios de comunicación se afirme que el mercado inmobiliario goza de muy buena salud. Más aún, los precios y la actividad invitan a apuntarse al carro de las ganancias. Una de cada 5 nuevas empresas que se crean son agencias inmobiliarias. ¿Es sostenible?

Es cierto que el esfuerzo para comprar una vivienda está alcanzando niveles muy elevados. Como contraste con la subida de precios, especialmente de los alquileres, los salarios se mantienen muy bajos, especialmente los de los jóvenes. ¿Es sostenible?

Pero, a pesar de todo lo dicho, aún no hay indicadores de cambio de tendencia. Las viviendas que se ofrecen en su precio se venden en pocas semanas, y en el caso de alquileres… en pocas horas. ¿Es sostenible?

Los bancos y demás entidades financieras siguen buscando clientela a la que vender hipotecas en buenas condiciones. Incluso en algunos casos asumiendo los gastos de formalización, y hasta la tasación. ¿Es sostenible?

Todo futuro es por definición desconocido, no podemos saber qué recorrido le queda al actual ciclo expansivo. Hasta hoy podemos afirmar que resiste, a pesar de las incertidumbres. La única conclusión válida en mi humilde opinión es que hay que estar vigilantes, especialmente los actores más expuestos, entidades financieras y promotores, porque resiste, pero no sabemos hasta cuando.


Miguel Ruiz-Valdepeñas

Miguel Ruiz-Valdepeñas Arquitecto técnico, consultor, apasionado por el servicio personal, valorador y tasador, MRICS, analista insaciable del mercado, empeñado en humanizar lo inmobiliario, profesor, asesor vocacional, empeñado en el humor y el rigor, ilusionado por hacer del mundo un hogar donde quepamos tod@s.